Pan dulzón de cedrón es un pan con un aroma suave y a la vez distinto por el cedrón que tiene unas hojas sumamente arómaticas. Nos ayuda a pensar en un lugar solitario y junto a la naturaleza.
Cantidad: 4 roscas
INGREDIENTES
Espumado
✔ 30 gramos de levadura fresca o 1/2 cucharada de levadura en polvo
✔ 2 cucharadas de harina
✔ 1 cucharada de azúcar
✔ ½ taza de agua tibia (125 cc.)
Masa
✔ 5 tazas de harina (600 gramos)
✔ 1 y ½ tazas de te de cedrón bien concentrado
✔ ¾ taza de azúcar (150 gramos)
✔ 1 cucharadita de sal
✔ 140 gramos de manteca (mantequilla)
✔ 2 huevos grandes
✔ Ralladura de 1 limón
Para pintar
✔ 1 huevo batido
✔ 2 cucharadas de agua
PREPARACIÓN
Té de cedrón
Ponemos un puñado de hojas secas de cedrón en un recipiente y le agregamos 1 y 1/2 tazas de agua hirviendo. Tapar donde está el te, por esta razón lo dejamos durante para que se haga el te tranquilamente. Diez 10 minutos son suficiente y luego colamos el te. Una vez tibio es el te que utilizaremos sustituyendo cualquier otro líquido.
Levadura
Ponemos la levadura, el azúcar y la harina en un recipiente grande. Después se agrega el agua tibia revolviendo hasta integrar todos los ingredientes.Tapar el recipiente con papel film o con un plato y dejarlo en reposo en un lugar cálido hasta que espume. Aproximadamente 10 minutos.
Masa
Cernir la harina junto con la sal y ponerla en un recipiente grande. Incorporarle la manteca con las manos o con un estribo. Aparte, poner en otro recipiente el azúcar mezclado con una taza de te de cedrón.
Mezclar hasta que el azúcar esté disuelto e incorporar los huevos previamente mezclados y la ralladura de limón. Incorporar todos estos ingredientes líquidos a la harina mientras se revuelve hasta ser absorbidos.
Agregar la levadura espumada e ir revolviendo hasta formar una masa que se desprenda de los bordes. Las cantidades de los ingredientes están calculados para que la masa se arme perfectamente pero en caso de necesitar que sea más blanda se le agregará un poco más de agua, o harina si sucediese lo contrario. Esto dependerá del refinamiento que tenga la harina.
La masa queda en un principio tierna y bien pegajosa.
Se comienza con el amasado que consiste en trabajar la masa con las manos en forma enérgica hasta lograr que la misma tome una textura suave, elástica y no se pegue.
Primero se espolvorea con un poco de harina la mesada y la masa.
Se incorpora poca cantidad de harina cada vez.
Siendo aconsejable que cada vez que se necesite se espolvoree nuevamente. Esto evita que la masa absorba de entrada mucha harina quedando luego su textura dura.
Se apoya una mano sobre el borde inferior de la masa y con la otra vamos extendiéndola en forma suave.
Luego la plegamos nuevamente trayendo la parte alejada hacia nosotros.
Estos pasos se repiten varias veces. Luego se alternan estos movimientos con algunos golpes que se le da a la masa.
Se toma la masa entre las manos se levanta y se tira con fuerza contra la mesada dos o tres veces seguidas y se repiten nuevamente todos los movimientos. Rápidamente se notan los resultados quedando la masa elástica, suave y ya no se pega ni en las manos ni en la mesada.
Descanso y levado de la masa
Se forma un bollo alisándolo bien con las manos y se coloca en un recipiente grande y cómodo
Se tapa con papel adherente ( plástico, nailon, poliuretano ) y luego con un paño. Y se deja descansar hasta que leve el doble de su volumen.
Armado de los panes
Una vez levada la masa, volcarla sobre la mesada y desgasificarla dándole unos movimientos de amasado tomando nuevamente su tamaño inicial.
Dividir la masa en bollitos pequeños y bollarlos.
Colocar la masa en el hueco de la mano e ir girando la masa rápidamente sobre la mesada hasta que quede bien lisa y esférica.
Una vez bollados se colocan en una placa de horno circular algo aceitada a poca distancia una de la otra. Se cubren con un paño y se dejan levar durante unos 15 o 20 minutos.
Se llevan a cocinar a un horno de 190º, durante 25 o 30 minutos.
Durante la cocción aumentarán de tamaño uniéndose los panes y formándose así una rosca.
Se puede pintar con huevo batido quedando de un color dorado parejo y más intenso.
Para congelar
Una vez retirados del horno se guardan en bolsas de freezer de alta densidad y se dejan hasta que estén tibios y luego se congelan por 3 meses como mínimo.