Cantidad: 300 gramos
INGREDIENTES
2 y ½ taza de harina (300 gramos)
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de pimienta
50 gramos de manteca (mantequilla) o manteca vegetal, blanda
10 gramos de levadura fresca de cerveza o ½ cucharadita de levadura seca
¾ taza de agua tibia
PREPARACION
Poner en un tazón la harina, la sal y la pimienta.
Agregarle la manteca y trabajarla con las manos hasta integrarla a la harina.
Aparte, diluir la levadura en el agua tibia e incorporársela mezclando con una pala de madera.
Una vez unido volcar sobre la mesada ligeramente enharinada.
Amasado. En este caso se amasa la preparación solo hasta terminar de unir todo y que la masa quede sedosa.
No se amasa mucho para que el gluten no se desarrolle demasiado y así los grisines queden más crocantes.
Levado. Poner la masa en un recipiente chico, ligeramente enharinado, se cubre con papel film y luego con un paño y se deja descansar 30 minutos o hasta que se note la masa inflada.
Se vuelca sobre la mesada sin tocarla y una vez allí se estira con el rodillo en forma rectangular hasta que tenga 1cm de espesor aprox.
Se cortan tiras a lo largo de 2cm de ancho.
Cada tira se apoya en el borde de la mesa y se gira con la palma de las manos arrollándola, adoptando la forma cilíndrica característica de los grisines o palitos.
Tener en cuenta que cuanto más arrollemos la masa, más la vamos estirando hacia los costados afinándose los grisines. Allí determinaremos el grosor de acuerdo a nuestro gusto.
Se acomodan en placas limpias y luego se les marca el corte del largo deseado ( con una espátula ancha o con el revés de un cuchillo) pero sin separarlos del todo ya que una vez cocidos se parten fácilmente con la mano.
Se cubren con un paño o nailon (poliuretano) y se dejan descansar 20 minutos.
Se cocinan en horno precalentado caliente 200º durante 15 minutos aproximadamente o hasta que estén bien dorados.
Se retiran, se dejan enfriar y se guardan en envases herméticos.