Todos los panes tienen su encanto y éste no es una excepción. La suavidad que le da a la masa, el puré de papa junto con el sabor intenso de la cebolla equilibran su gusto y lo transforman en unas tortugas excepcionales.
Cantidad: 30 tortugas de 100gramos
INGREDIENTES
Espumado
✔ 80 gramos de levadura fresca o 3 cucharadas de levadura seca
✔ 1 cucharada de azúcar
✔ 2 cucharadas de harina
✔ ½ taza de agua tibia
Masa
✔ 1 y ½ kg de harina 000 (o la que se tenga disponible)
✔ 1 y ½ cucharada de sal
✔ 1 cucharada de miel o azúcar
✔ 1 caja de puré de papas en escamas (100gramos)
✔ 1 sobre de sopa crema de cebolla
✔ 1 taza de agua caliente
✔ 1 taza de aceite
✔ Agua cantidad necesaria
PREPARACIÓN
Espumado
Poner la levadura en un tazón.
Agregarle el azúcar y la harina.
Verter el agua tibia y mezclar.
Tapar el recipiente y dejar hasta que la preparación esté levada y con espuma. Aproximadamente 10 minutos.
Masa
Preparar el puré de papas tal como indica el envase.
Preparar la sopa crema de cebolla disolviéndola en 1 taza de agua caliente.
Aparte, poner en un recipiente grande, la harina, la sal, la miel, el aceite, el puré de papas y la sopa de cebolla.
Mezclar primero todo para integrar los ingredientes.
Luego hacer un hoyo en el centro e incorporar la levadura.
Volver a mezclar.
Terminar de armar la masa agregándole de a poco agua hasta formar una masa pegajosa pero que se desprenda del recipiente.
Volcarla sobre la mesada, previamente enharinada y comenzar a amasarla en forma continua. Siempre ayudándonos de un poco de harina cada vez que sea necesario (sin abusar).
A medida que se va amasando, la masa va cambiando de textura, transformándose en elástica, lisa, suave y deja de estar pegajosa.
Una vez logrado este punto se coloca la masa en un recipiente amplio que tenga espacio suficiente como para que la masa pueda duplicar su tamaño cómodamente.
Se cubre el recipiente con un paño o papel film o nailon.
Se deja en un lugar cálido, lejos de corrientes de aire hasta que termine el proceso de levado.
Una vez levada la masa, se vuelca sobre la mesada ligeramente aceitada o enharinada.
Se trabaja un poco hasta quitarle todo el aire acumulado (desgasificándola), volviendo a tomar su tamaño inicial.
Se divide la masa en 30 partes iguales o se pesan porciones de 100gramos de masa.
Se toma cada porción y se van bollando apoyando la masa entre la mesa y el hueco que se forma con la mano.
Con la mano ligeramente apoyada sobre la masa se va haciendo girar en forma continua hasta formar una esfera bien lisa y redondeada.
Se van acomodando en una placa limpia.
Una vez terminadas, se cubren con un paño y se dejan levar.
Se precalienta el horno a 200º bien caliente.
Se pintan los panes con huevo batido y se llevan a cocinar en la parte superior del horno, para que los panes tomen buen color.
Puede llevar de 15 a 20 minutos su cocción, si bien depende de cada horno.
Una vez prontos se retiran y se dejan enfriar sobre una rejilla.
Si se quieren congelar se guardan en bolsas de alta densidad para freezer y una vez tibios de guardan.
Duran hasta 3 meses como recién hechos
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